Quería contaros como fue mi reincorporación al trabajo y lo que he notado en cuanto a las personas.
Después de mucho tiempo sin poder trabajar por una lesión de la que ya nunca volveré a estar bien, el regreso fue muy duro.
Me reincorporé en la última ola en un hospital completamente lleno de COVID. Os podría contar tantas cosas que no podríais creer. Solo diré unas palabras sueltas: soledad, dolor, sufrimiento, pena, muerte. Si, no hay ninguna palabra bonita con respecto a las personas que allí estaban. En cuanto a los compañeros todo lo contrario,
Ese hospital que está muy estigmatizado en mi ciudad es el más humano que conozco. Lloré mucho el primer día, con mi primer exitus, con mi primera noche, con mi primer agarre de mano.... Fue muy duro y no quiero imaginar lo que tuvo que ser en plena primera ola.
Y ahora continuo en el CAULE donde todo es tan diferente.....
Lo que si que he visto después de tiempo sin estar es como ha cambiado todo.
Esto nos ha cambiado. Los pacientes están solos, tristes, y muchas veces te llaman al timbre exclusivamente para que vayas a verles (a mi me lo confesó un paciente).
Los familiares están crispados, no entienden la situación (en parte entendible porque son sus familiares). Eso hace que haya muchas quejas, gritos, insultos dirigidos hacia las personas que allí trabajamos.
Siempre he sido muy empática e intento siempre ponerme en su lugar pero el problema es que las personas no se ponen en el nuestro.
Sobrecarga de trabajo, exceso de pacientes por profesional, condiciones muy diferentes a las habituales....
Todo ha cambiado pero lo que me duele es que la humanidad, el trato, la empatía, y tantas buenas virtudes se han quedado por el camino.
El personal está muy quemado, saturado, sobrecargado y desde los despachos es muy dificil dirigir un barco si ni siquiera ves el mar.
Hemos pasado de ser los mas aplaudidos a los mas maltratados por todo el mundo, pacientes, jefes, gobierno... Se nos sigue exigiendo sin mirar el estado fisico y emocional que los trabajadores tienen.
Por favor volvamos a ser más humanos, más empáticos, volvamos a humanizar el trato y el trabajo en los hospitales porque ni los pacienes son números ni los trabajadores máquinas.
Que vuelvan las risas, agradecimientos, las gracias de unos a otros y viceversa.
Porque todo pasará y quiero un mundo que no olvide, pero que pueda pasar página para vivir en un mundo mejor no en lo que ahora nos hemos convertido.
Gracias a pacientes que te agarran la mano (tengo un don para eso os lo digo), a los agradecidos, a los compañeros que te ayudan sin malos modos, al personal sanitario, y a los que seguimos pensando que todo volverá a ser como antes.......
